Mucho más que una ruina... ¡un espectáculo!

viernes, 11 de marzo de 2016

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¡Cómo nos gustan las ruinas!, y mucho más si son parte de uno de los monasterios más importantes de Castilla.
Hoy vamos hasta el Monasterio de San Pedro de Arlanza
Fue el lugar donde se celebraron los primeros consejos de Castilla y está situado a orillas del río que le da nombre, entre las poblaciones de Covarrubias y Hortigüela.

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En el lugar en que antaño hubo una cueva eremítica, se construyo en el siglo X un pequeño convento conocido como San Pelayo o San Pedro el Viejo.

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Y cuenta una leyenda que el Conde Fernán González estaba cazando jabalíes cuando cayó en una cueva donde vivía un ermitaño. Éste le profetizo que llevaría a Castilla a la independencia y que tendría un futuro brillante.

Cumplidos la mayoría de los presagios del ermitaño, Fernán González mando construir la ermita de San Pelayo pues este era el nombre del monje. Y sobre esa vieja ermita, a posteriori, fundo el monasterio en honor a San Pedro.

Así nos lo cuenta el Poema de Fernán González del siglo XIII, aunque la verdad es que fue su padre Gonzalo Fernández quien lo funda en el año 912 y que aun podemos ver la ermita de San Pelayo asentada en el risco al lado del monasterio.

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Fernán González, el primer conde independiente de Castilla, eligió este monasterio para su descanso final, donde estuvo enterrado junto a su esposa hasta que fueron trasladados a la Colegiata de Covarrubias en 1841.

Lo que hoy llama nuestra atención y que queda en pie de este bello monasterio es su torre románica de finales del XII/principios del XIII, sus dos portadas y la sala capitular. Se aprecian aun formas góticas, obra de Simón y Francisco de Colonia y las reformas que se efectuaron en los siglos XVI y XVII.

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IMÁGENES  Patrick Doveson 1-3, 8  /  Lumiago 4-6, 9, 13 / J. A. Gil 7, 10-11
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