Por
fin ha llegado el día, después de dos años de sueños, emociones, indecisiones y
dudas, después de un tiempo empleado en ir asimilando y diseñando el boceto
de esta historia, por fin nace Efimerata.
Ha
sido una etapa para aprender, investigar y crecer. Un momento, como diría una
buena amiga, para salir de la “cueva”, para ver la luz y crear lazos nuevos y muy
fuertes.
Cuando
emprendas tu viaje a Ítaca
pide
que el camino sea largo,
lleno
de aventuras, lleno de experiencias.
No
has de temer a los monstruos.
Pide
que el camino sea largo,
que
muchos sean los días de verano;
que
te vean llegar con gozo, alegremente,
a
puertos que tú antes ignorabas.
Que
puedas detenerte en los mercados
y
comprar hermosas mercancías:
madreperlas,
coral, ébano y ámbar,
y
perfumes placenteros de mil clases.
Acude
a muchas ciudades para aprender,
y
aprende de quienes saben.
conserva
siempre en tu alma la idea de Ítaca:
Llegar
allí, he aquí tu destino.
No
hagas con prisas tu camino;
mejor
será que dure muchos años
y
que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico
de cuanto ganaste en el camino
sin
esperar que Ítaca te enriquezca.
Ítaca
te brindó tan hermoso viaje.
Sin
ella no habrías emprendido el camino.
Pero
no tiene ya nada que darte.
Aunque
la halles pobre, Ítaca no te ha engañado.
Así,
sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
¿me acompañas?
Os deseo un muy largo viaje... suerte!
ResponderEliminarMuchísimas gracias, eso esperamos nosotras también, y que sea una aventura maravillosa
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